En algún otro artículo les he contado algo acerca del champagne, pero voy a tratar de refrescar sus memorias a ver si lo recuerdan: «El espumante es todo tipo de vino que tenga espuma y burbujas. Originalmente, se le llama champagne, porque fue producido por primera vez en La Champagne, una provincia de Francia. En la actualidad solo se le debería denominar champagne a los vinos espumantes que procedan de esa ciudad, pero muchos tratan de imitarlo y también el nombre».

Y es así cómo la bebida, que nosotros conocemos como «champagne», se cambia de nombre a «espumante» si es que no procede de esa ciudad francesa tan conocida como su producto bandera. Sin embargo, así se haya cambiado el nombre, esta bebida sigue siendo amada por miles en cualquiera de sus presentaciones y más si es que se trata de brindar por algún suceso extraordinario, como lo es la celebración de año nuevo.

Creo que podemos cambiar el tipo de cóctel que tomamos en navidad o en nuestros cumpleaños, pero siento que en año nuevo tenemos que darle ese mismo lugar especial de todos los años al espumante. Obvio que podemos incluir algo novedoso y diferente, pero servir varias copas de espumante y decir un «¡Salud!» a viva voz no puede ser suplantado por otro tipo de cóctel.

Una idea que se me ocurre y que la he probado en una fiesta de año nuevo hace algún tiempo es incluir uno o dos marrasquinos dentro de la copa. Además de darle un color más impactante y sensual, le da un toque de sabor más dulce, porque no solo agregas el marrasquino, sino un poquito de su almíbar también. Esta receta sencillísima y muy llamativa me la dio una amiga, y siempre es un gusto poder prepararla (y tomarla).

Imágenes: HornblowerHolidays.