La Semana Santa está cerca y el protagonista definitivo de esta conmemoración religiosa sería sin duda el pescado en todas las mesas. Qué delicia de platillos tenemos en nuestra gastronomía, a base de este producto, para elegir. Y tanta charla de comida nos dio hambre, así que ¿qué tal si la saciábamos con un delicioso almuerzo marino luego de un lindo día de playa?

Y justo en ese momento unos amigos nos llamaron para proponernos hacer algo juntos el Viernes Santo, así que les propusimos conversarlo en un almuerzo playero, a modo de previa, en el sur.

El lugar al que los llevamos es una cevichería en Asia. Habíamos visto sus bondades en un programa de cocina, así que sin más ni más aseguramos a nuestros amigos, mientras estábamos en camino, que no se arrepentirían.

El lugar es acogedor, una vez dentro, sientes que estás en un mini resort, amplios espacios, con decoraciones de redes y aparejos de pesca. Una peculiaridad de este local era que una parte de la cocina era abierta, de modo que los comensales podían ver al chef estrella en acción, de modo que nos sentamos cerca, para no perdernos eso.

Empezamos con una deliciosa copa de leche de pantera y una fuente de ceviche mixto. El chef luego de saludarnos nos preparó todo y verlo allí manejando con destreza los cuchillos, fileteando y cortando el pescado recién traído del mar fue todo un espectáculo.

El segundo fue fenomenal, pedí un sudado de machas que estuvo simplemente genial. Mi esposo se pidió un tiradito de amor a dos tiempos que era una variante del clásico, con truchas y un jugo de limón con pulpo, ajos, rocotos, apios, perejil y aceite de oliva; todo finamente dispuesto. Nuestros amigos al verlo eligieron lo mismo. Todos quedamos tan encantados de este lugar que sin duda volveríamos en los feriados por venir.

Imagen: Studio 92