Probando la deliciosa cocina ancashina

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El día más esperado por todos había llegado, el día para celebrar a todas las madres quienes nos dieron la vida, nos engrieron y nos engríen cada día de nuestras vidas.  No podía evitar pensar en mi adorada madre a quien iba a buscar después del desayuno para pasar el día con ella, y toda la familia. Y el día ya había comenzado estupendamente: Ro me sorprendió con un súper romántico desayuno en la cama.

Fuimos por mi mamá cargados de presentes. Ella ya nos había dicho que había reservado en un lugar que nos iba a encantar (de hecho la sorpresa nos la daría ella a nosotros y no viceversa), así que nos dejamos guiar por ella en el auto hacia ese misterioso restaurante en Jesús María. En un pasaje, un solitario local estaba hirviendo de gente y de autos estacionados. Un discreto letrero anunciaba que se servía comida de Ancash.

Nunca habíamos probado comida de ese lugar pero sí recuerdo su belleza, desde que uno llega el imponente y majestuoso Huascarán nos recibe y el aire puro y limpio del Callejón de Huaylas. Hacía tantos años que había estado por allá pero no recordaba mucho o nada de platos típicos Pues lo que comimos allí no solo me transportó de nuevo hacia esa maravillosa región, sino que deleitó a todo el mundo.

De piqueo pedimos una ensalada de Chocho, que es una legumbre súper nutritiva y deliciosa preparada del mismo modo que el ceviche. De sopas probé el suculento Papa Cashqui que es una sopa de leche, huevos y queso, fresco simplemente deliciosa para este frío. Un picante de cuy y unos chicharrones con mote nos dejaron verdaderamente complacidos y la chicha de jora para finalizar estuvo simplemente estupenda. Ese día disfrutamos de la excelente comida y hasta cantamos con la pequeña orquesta que amenizaba el almuerzo con música de los Andes.

Imagen: Peru Travel Guía