El mundo está de fiesta, se juega el Mundial de Fútbol y todo el mundo habla de eso. Mi esposo es uno de los más entusiastas y me propuso pasar la tarde del sábado en una agradable reunión con unos amigos para ver uno de los partidos más esperados: el debut de la selección inglesa, contra los Estados Unidos. Ricardo, su mejor amigo de la época de la universidad y su esposa Milenka vendrían con una pareja de esposos amigos, uno de Inglaterra y la otra peruana.

Y para asegurar el clima de fiesta, eligieron ir a un restaurante-pub de estilo inglés muy simpático que queda en Miraflores como para que el amigo inglés de Ricardo se sintiera como en casa. Es de estilo rústico pero muy distinguido, la atención es de primera y desde que uno entra se respira ese ambiente fresco y agradable de un buen local para pasarla bien.

Ya había comenzado el partido y llegamos a tiempo, pues logramos tomar los asientos de la barra. Un LCD aseguraba que nadie se perdería los detalles del encuentro. Y aunque Milenka y yo no somos tan aficionadas al fútbol, no pudimos evitar sentirnos contagiadas por la algarabía. Todo el mundo, vitoreaba a sus equipos. Muchos residentes, tanto del Reino Unido como de los EE.UU. también ponían la nota colorida. El amigo inglés invitó una ronda de cerveza para comenzar.

Sin embargo, el bartender nos trajo en unos vasos grandes un trago que lucía casi negro. Se trataba de la cerveza tipo Ale, la más popular del Reino Unido que tiene una fermentación muy alta por lo que su sabor es más fuerte y con más cuerpo. Ese primer brindis sin duda fue especial. Acostumbrados a beber la cerveza dorada de siempre, nos llevamos una deliciosa sorpresa al probar este nuevo tipo ya que fue un muy agradable descubrimiento, y mejor aún con los amigos en un clima de fiesta.

Imagen: Wikimedia Commons