Llegados los 50 años, las personas empiezan a reflexionar y a preocuparse sobre los problemas que conlleva la vejez y cómo mantener en perfectas condiciones las facultades mentales. Actualmente, se realizan distintos tipos de investigaciones para saber cómo mantenerse lúcidos en la tercera edad.

Un especialista en el tema, el dr. J. Schrof, asevera que cuando envejecemos nuestro cerebro sufre una trasformación y no una pérdida de memoria. Lo que sucede es que nuestra mente trabaja de forma más lenta; sin embargo existe menos riesgo de cometer errores.

Hablando de la memoria, se han realizado diversos estudios al respecto debido a la importancia que ésta simboliza para las personas. La Universidad de Boston realizó un análisis exhaustivo que determinó que lo que realmente sucede en nuestro cerebro al perder la memoria es la interrupción de los canales de comunicación y no la muerte de neuronas como hasta ahora se creía.

Entonces, la información no ha desaparecido, sino que la velocidad es menor. Por lo tanto y para mantener a nuestra mente lo suficientemente despejada y evitar caer en estos problemas, lo único que debemos hacer es aprender nuevas cosas. Esto hará que se activen nuestras neuronas y por lo tanto también los conductos de comunicación entre ellas.

Podemos aprender idiomas o tal vez tocar algún instrumento, todo lo nuevo vale como método para la creación de nuevas conexiones que tengan entretenida nuestra mente. Desde otro punto, esto es importante puesto que además eliminará aquellas que ya no valen.

Los jóvenes debemos aprovechar a ejercitar nuestra mente para que en el futuro no tengamos este tipo de problemas. Está comprobado que las personas que estudian más (no necesariamente en la universidad, sino en el campo en el que se desenvuelven) y se desarrollan intelectualmente tienen una vejez más lúcida y el proceso de deterioro de sus capacidades es más lento.

No olvides que es básico llevar una dieta balanceada y nutritiva que permitan nuestro crecimiento mental. Ésta debe contener ácidos grasos poliinsaturados (Omega 3 y 6) que se encuentran en abundancia en los pescados con carne negra y mariscos, también son beneficiosos el aceite de sacha inchi y las nueces y pecanas.

Imagen: Mihogaronline.com