Hace tiempo que no veía a mi amiga Fabi. Trabaja conmigo pero ella ahora se desempeña en otra área, así que con la cantidad de trabajo que hay encima, es difícil coincidir. Además con su embarazo que ya bordea los 6 meses y medio supongo que se le debe de hacer más fatigoso y complicado todo. Sin embargo, la llamé el fin de semana pasado y quedamos para almorzar juntas el miércoles.

Le propuse que ella escogiera el lugar. Entonces me contó que el mes pasado su esposo halló un platillo exótico en el lugar menos pensado. «A Arturo lo enviaron a Huaraz, a entrevistarse con unos clientes tailandeses, y luego de su reunión fueron a un discreto restaurante en el centro de la ciudad. Servían comida tailandesa y probó allí un plato hecho de fideos que según él estaba súper exquisito, así que quiero probar eso que me he quedado con las ganas».

Buscamos un local que sirviera esa comida, que la verdad nunca he probado y hallamos uno en Surco. Fabi no se acordaba del nombre de ese plato que probó su esposo pero seguramente allí lo averiguaríamos. El restaurante se llama Siam Thai. Cuando ingresamos fue como si entráramos en un viaje relámpago a un rincón de Tailandia. El decorado, la iluminación y todo era con motivos de ese país e invitaban a relajarse y disfrutar.

Buscando en el menú encontramos el platillo: Pad Thai, deliciosos fideos de arroz con huevos, salsa de pescado, tamarindo, langostinos pimientos y soya, todo ello rociado con maní y hojas de culantro. Yo pedí una de sus parrillas: Magret de Pato que eran finos trozos de esta carne con las especias típicas de la cocina tailandesa, en que lo dulce y lo salado se mezclan en una combinación perfecta. Una delicia que recomiendo, queridas amigas, que lo prueben.

Imagen: Wikipedia.