La dieta del huevo
El huevo había sido lapidado por muchas décadas. Y es que se le acusaba de ser el responsable de alterar los niveles de colesterol y grasas en el organismo. Hoy en día, esto ha cambiado y se han redescubierto sus propiedades nutricionales, además de haber desterrado esas viejas creencias que eran a todas luces falsas. Y precisamente por ello, la dieta del huevo es la base de esta dieta de adelgazamiento.
Uno de los beneficios de este alimento es que proporciona mucha sensación de saciedad. También proporciona energía y las proteínas y nutrientes que combaten la fatiga, y la sensación de vacío en el estómago que nos hace comer entre las comidas, alimentos que no nos benefician.
Para esta dieta, hay que comer solo tres veces al día y durante una semana. Los desayunos y cenas no varían; para el caso de los almuerzos, hay una gama de posibilidades para escoger.
A continuación, un modelo de esta dieta para un día:
Desayuno
- Infusión, té o café con edulcorante.
- Una tortilla de queso descremado.
- Un zumo de naranja.
Almuerzo
Como aperitivo, un huevo sancochado. Luego, elegir un plato de entre los siguientes:
- Lomo de cerdo con verduras al vapor.
- Tarta de berenjenas.
- Una ensalada de atún con lechuga y tomate.
- Pollo al horno con papas hervidas.
- Pescado al horno con arroz.
- Pasta con tomate.
- De postre, ensalada de frutas.
Cena
- Un huevo cocido.
- Ensalada de lechuga y tomate o verduras salteadas en una cuchara de aceite de oliva.
- Una fruta de estación.
La dieta del bueno funciona si se siguen estrictamente las indicaciones, eso sí, no es bueno prolongarla más del tiempo indicado pues dado que es monótona, es fácil dejarla y caer en las tentaciones. Además hay otros alimentos que deben consumirse y que a la larga no deben evitarse.
Se recomienda complementar esta dieta con ejercicios físicos y con la ingesta de mucha agua (dos litros por día).
Imagen: web.educastur.princast.es.