Turrón de Doña Pepa: ¡dulce tradición de octubre!
Ya llega octubre, el mes morado, mes de tradiciones limeñas y mes de religiosidad. El Señor de los Milagros saldrá de su Templo para derramar bendiciones y miles de fieles se volcarán a las calles en un mar morado de mucha devoción.
Pero además de esta explosión de fe, octubre nos trae sabrosas tradiciones culinarias que incluso a fines de setiembre ya empiezan a verse en las vitrinas de las dulcerías, supermercados y pastelerías. Nos referimos al turrón de Doña Pepa, postre por excelencia de este mes y uno de los símbolos de la gastronomía del Perú.
Los orígenes de este delicioso dulce de harina, chancaca, miel y caramelos, tienen como ancestro a su similar español, traído en la época de la colonia. Sin embargo, una vez en suelo peruano, adquirió perfil propio. La tradición señala a la esclava Josefa Marmanillo como la creadora de esta maravilla, una delicia en el paladar.
Eran las épocas del virreinato del Perú. Siglo XVIII. Josefa sufría de una parálisis en manos y brazos que le impedía obtener su libertad. Como tampoco podría ganarse el sustento trabajando, pidió un milagro al Cristo de Pachacamilla, el cual fue concedido. En agradecimiento, ella preparó un postre especial con harina, chancaca y miel, y que fue rociado con caramelos de distintas formas y colores.
Esta historia singular tiene algunas variantes, pero sea cierta o no, lo que sí podemos reafirmar es que el turrón es un milagro culinario que ya se ha asentado como tradición fuerte de cada mes de octubre.
Elaborar un turrón requiere de paciencia y tiempo, ya que es un tanto laborioso, pero vale la pena intentarlo si el resultado será una explosión de sabores intensos y dulces en el paladar. Se requiere de harina sin preparar, pepas de anís, miel, chancaca, azúcar, achiote, clavo de olor, canela y sal.
La harina se mezcla con la manteca, la sal y el achiote, y el agua de anís y las pepas previamente remojadas, para luego de haber reposado unos 5 minutos hacer unos rollos largos con la masa, los que irán acomodándose en la fuente del horno, juntos y formando capas.
La miel se elabora con chancaca, clavo de olor, canela, y cáscaras de naranja o limón. Esta miel se echa entre los rollos de masa horneados para sellarlos unos con otros y finalmente encima de todo el turrón. Como decorado van los caramelos de colores y formas diversas.
Dada la trascendencia de su sabor y aceptación entre el público, también puede disfrutarse el turrón en cualquier época del año. Conocidas marcas que elaboran este dulce de manera industrial los ofrecen al público, envasados y listos para probarlos como postre, en un lonche o cuando mejor se apetezca.
¿Se te antoja un turrón de Doña Pepa? En Vivanda, podrás encontrar los mejores turrones de Doña Pepa, para que no te pierdas de su extraordinario sabor.
Imagen: Generacción.