Me encanta mirar toda mi vajilla; yo la tengo en un aparador precioso en el comedor de la casa. Siempre que puedo me doy yo el trabajo de limpiar mis copas, porque suelo ser muy cuidadosa con mis cosas, y si alguien rompe alguna de ellas, simplemente, me muero.

Mientras las observaba, me di cuenta de que me faltaban algunas para ciertos tragos. Entre las copas que me faltaban por comprar eran las que se utilizan para servir los Martinis y las Margaritas, que, por cierto, me fascinan.

Decidí pasar por una tienda al salir el jueves de la oficina, tal vez tendría que utilizarlas el fin de semana, así que preferí prever eso. Al llegar a la tienda me encontre con Alfredito, un súper amigo de infancia que ahora es bartender… ¡Qué suerte la mía!

Entramos y lo primero que vi fue la inmensa cantidad de variedades que existen para todos los tipos de tragos que nos podamos imaginar. Alfredo ya conocía la tienda así que me ayudó a encontrar fácilmente las copas que yo tanto necesitaba.

De las copas de Martini había varios diseños, algunos más modernos y otros más clásicos. Los colores también variaban mucho entre unas y otras, pero yo me decidí por copas con formas modernas, divertidas y que tengan un poco de ese color azul que tanto me gusta.

Estas se caracterizan por tener forma triangular invertida, con una boca muy abierta, lo que le da ese glamour que solo estas copas pueden poseer. Un Cosmopolitan o un Apple Martini se aprecian perfectos.

Por el contrario, las copas de Margarita son menos femeninas que las anteriores. La forma de su contenedor es redondeada y muy amplia para contener a este delicioso cóctel, no fácilmente superable por otros.

Obviamente, también vi muchísimos diseños de copas para Margaritas, pero decidí optar por una que llamó mucho mi atención; unas con detalles en color rojo que combinan perfecto con esos lindos detalles de mi comedor ¡y con mis copas de Martini nuevas!

Imágenes: Isiria, Jillery.