Recuerdo un domingo, hace algunos años. Yo estaba en la universidad y aprovechaba muchos fines de semana para liberar el estrés de los estudios y exámenes. Ese día había regresado súper tarde de una salida con mis amigos y realmente lucía terrible.

Mi mamá me despertó a las 11 de la mañana para decirme que teníamos un almuerzo por el cumpleaños de la tía Lulú, una antigua amiga suya. La verdad es que yo no quería ir, pero mamá insistía una y otra vez en que su adorada amiga anhelaba verme…

Me miré al espejo; «no hay forma de que salga así de casa», pensé, pero no me quedé de brazos cruzados. Llamé a Susana, mi incondicional de la universidad; ella siempre tenía una solución para todo y estaba segura de que me ayudaría a lucir mejor ese día.

Caro me explicó, paso a paso, cómo es que tenía que hacer para lucir regia, aunque mi cuerpo solo quisiera descansar con la luz apagada. Ahora les cuento mi experiencia para que puedan ponerla en práctica y verse regias después de una amanecida.

• Ni bien te levantes de la cama, comienza a tomar agua pura. Varios vasos de este líquido elemento harán que vayas desintoxicándote y liberando el alcohol consumido la noche anterior.
• Relájate varios minutos en una ducha de agua tibia. Lo más recomendable sería tomar un baño de tina, pero esto depende de lo que te guste; la cuestión es que te dejes engreír por ti misma.
• Cuando termines tu baño, date masajes en todo el cuerpo con esa crema humectante que tanto te gusta. Es necesario que te sientas muy bien y lleves puesto todos tus elementos favoritos.
• Si no deseas maquillarte, aplícate solo lo básico, como un poco de base, polvos, máscara de pestañas, rubor y un brillo labial. El punto es que te sientas cómoda y que luzcas muy natural. Tu peinado también deberá serlo, así que puedes dejarlo suelto o recogértelo en una cola de caballo muy sencilla.

Imágenes: LoveToKnow.