Llegó de nuevo la época escolar y nuestros hijos se preparar para retornar a clases. Esta etapa, de por sí, exige mucho de ellos, sus mentes deben estar listas para aprender, y físicamente deben llegar listos para ejercitarse y desarrollarse, por ello, la alimentación de tus hijos debe reforzarse.

La etapa escolar no solo representa aprendizaje, sino mucho desgaste de energía. Una alimentación balanceada deberá reforzar esto, pues no solo debemos estimular a nuestros niños para que rindan bien y aprendan, sino para recobrar las energías gastadas en ese proceso.

Para empezar, refirámonos al desayuno, el primer alimento de la mañana y que preparará a nuestros niños para el resto del día. De ningún modo debemos saltarnos esta primera comida, pues de lo contrario, la falta de energías (que se pierden en la noche durante la hora del sueño) los tendrá somnolientos y poco productivos.

Para los niños que están en pleno desarrollo, la leche es un alimento que no debe faltar en los desayunos, y mejor si viene fortificada con vitaminas. Su contenido principal es el calcio, que contribuirá al desarrollo de huesos sanos.

A media mañana, llega la hora del refrigerio y debemos enviarles a nuestros hijos una lonchera que evite los snacks o comida chatarra, y que priorice los alimentos naturales y balanceados. Los líquidos como refrescos de frutas no deben faltar, pues con el desgaste de energía, sobre todo en etapa de calor, se pierde mucho líquido y es necesario rehidratarse.

Puedes enviarle como lonchera, un sándwich de pechuga de pollo, o pavo al horno o a la plancha, con algún aliño natural más lechuga y tomate. Un jugo de papaya, naranja, agua de manzana o chicha morada de maíz (no de sobre), le vendrá excelente. Una fruta, batidos de fruta, un puñado de frutos secos, cereales con yogurt, también son ideales. Evita enviarles gaseosas o refrescos procesados.

A la hora de almorzar, una vez que retornan de las aulas, prioriza las frutas y verduras de todos los colores, estas deben estar presentes todos los días. Acomódalas en su plato de una manera diferente y más atractiva para que disminuyan los problemas de rechazo. Las carnes rojas sin grasa, de ave y pavo deben ser horneadas, guisadas o hervidas, y te recomendamos evitar las frituras. Sírveles menestras una vez por semana.

Durante la merienda, ofréceles frutas en ensalada, galletas integrales o tostadas con mermelada o mantequilla y un vaso de leche, y por la cena, una porción de verduras con puré y un filete de alguna carne. Una infusión o un vaso de leche los ayudará a dormir y prepararse para el siguiente día.

Imagen: Mundo Saludable.