¡Conoce todos los beneficios de la quiropraxia en tu salud!
La quiropraxia es una ciencia de la salud practicada durante milenios y una forma alternativa de decirle adiós a muchas dolencias que la medicina convencional no puede aliviar del todo.
Se le considera una paraciencia, o sistema de terapia alternativa, ya que no está aceptada del todo por la ciencia médica, sin embargo, en la mayor parte del mundo se le practica con la anuencia de las autoridades gubernamentales, ya que es un buen complemento que contribuye a la mejora de los pacientes.
La quiropraxia se basa en masajes focalizados a la columna vertebral. Su filosofía parte de que la médula espinal, alojada en ella, tiene una «inteligencia innata», una fuerza vital o energía, que manipulada de ciertas maneras puede orientarse al alivio de muchas enfermedades, ya que para quienes practican esta terapia, las enfermedades no son más que la respuesta del cuerpo ante una situación anormal y dicha fuerza vital es la que nos proporciona bienestar general.
La manipulación de la tensión mecánica entre los discos de la columna y el estímulo del sistema nervioso central, determinarán la funcionalidad del resto de nuestro organismo, ya que dicha energía vital se repartirá por cada extensión nerviosa que se encuentra en nuestro cuerpo.
La quiropraxia es más conocida por aliviar dolencias en la espalda causadas por las subluxaciones vertebrales (desplazamiento de las vértebras), ya sean estas causadas por lesiones o malas posturas. Sin embargo, como hemos explicado líneas arriba, quienes la practican consideran que es mucho más que eso, y cultivan una filosofía y pensamientos propios respecto al origen de la salud y del bienestar en general.
De hecho, la quiropraxia considera que el sistema nervioso es el más importante de todos, ya que rigen todas las funciones que efectuamos de manera consciente e inconsciente; ya sea desde mover un brazo, hasta los pausados y perfectamente coordinados latidos de nuestro corazón.
Así, si sufres de dolencias como migrañas o dolor de cabeza crónicos, mareos persistentes, dolores en la espalda -cervicales, dorsales o lumbares-, dolores del cuello, artritis y artrosis, así como problemas musculares, mala postura, rigidez muscular producida por la fatiga y el estrés y hasta de las alergias, puedes recurrir a un quiropráctico. Eso sí, el paciente deberá someterse a un diagnóstico previo por parte del especialista para hallar la posible causa y el tratamiento específico que lo curará.
Imagen: OLX.