Tengo que admitir que, así como me gusta comer rico, también me gusta cocinar. Preparar una cena para mi familia es un gusto que me doy varias veces al mes, porque sé que a ellos les encanta. Considero que no es bueno dejar la alimentación de mis hijos en manos de alguien más todo el tiempo.

Algunas veces he olvidado la lonchera en casa o simplemente tuve ganas de comer algo distinto a lo de todos los días. Para esto es bueno contar con diversas opciones cercanas a la oficina, pero no cualquier opción, sino una que sea de calidad y con un muy buen sabor.

Muy cerca de mi oficina cuento con un Vivanda; puedo llegar a él caminando, si no tengo mucho apuro, o en mi auto, si es mucho lo que tenemos que comprar. Lo bueno es que encuentro toda la comida preparada que necesito a precios excelentes y con ese gustito casero que tanto me gusta.

Si tengo antojo de pastas, de pollo a la brasa o de comida criolla, esta sección es mi favorita. La he comparado con las comidas preparadas que venden en otros supermercados y realmente la calidad y el sabor es muy distinto. Incluso, a simple vista, las de los otros supermercados no me llaman la atención.

Definitivamente, los canelones son deliciosos; están rellenos de espinaca y bañados en una salsa roja que, ¡uhmmm!, me hacen agua la boca. Las papas fritas son unas de las más ricas y crocantes de Lima, la causa rellena con pulpa de cangrejo siempre está fresca y los rolls son una de las mejores alternativas de la sección.

Y cuando se me antoja una ensalada, pues el salad bar de Vivanda es perfecto. Las verduras, muy frescas, la variedad, muy buena, y los aliños, excelentes. Sí, les he contado qu me encanta cocinar, pero también es delicioso almorzar un buen plato de comida casera sin la necesidad de usar ni una sartén. ¡Buen provecho!

Imágenes: PimientaYChocolate.