Mamá siempre nos decía que el desayuno era la comida más importante del día y que teníamos que terminarlo siempre antes de salir al colegio. Cuando estábamos en la universidad también nos lo preparaba y ahora que ya somos adultos corre por nuestra cuenta tomar un buen desayuno.

El punto de esta comida es recargar energía para lo que nos toca afrontar por la mañana, para estar bien despiertos y con muchas ganas de hacer las cosas. Lo que pasa si no tomamos un desayuno nutritivo es que estaremos desganados, sin fuerza y somnolientos.

Muchos no sabemos cómo es que debe de ser el desayuno ideal; yo tampoco lo sabía, pero con un poco de investigación todo puede lograrse. Ahora, por las mañanas, mi comida es sustancial así como la de mi familia. Toma nota de lo que debe incluir el desayuno perfecto.

• Lácteos. La leche puedes tomarla caliente o fría, como más te apetezca. También puedes tomar un café con leche. El yogurt puede ser light o normal y si quieres lo puedes mezclar con cereal. Recuerda que debe ser o yogurt o leche.
• Fibra. Comer pan integral es una opción perfecta para el desayuno. Esta puede ser una pieza de pan tradicional o dos tajadas de pan de molde. La fibra nos ayuda a regular el tránsito intestinal, así como también nos aporta energía y nos sacia.
• Fruta. La fruta contiene grandes valores vitamínicos y nutricionales, por ello es que jamás debemos dejarla de lado. Comer un par de frutas o un jugo por la mañana es una alternativa perfecta para refrescarnos y estar llenos de energía.
• Complementos. Por lo general uno quiere acompañar su pan con algo, ¿verdad? Puedes hacerlo con un poco de queso fresco, algún tipo de mermelada natural o algunas aceitunas. Lo que se busca evitar es el exceso de azúcar, grasas y sal para no dañar el organismo y no sentirnos pesados por la mañana.

Imágenes: ConcienciaNews.