¡Nada más peruano que un Pisco Sour!
Nosotros, los peruanos, solemos defender lo que es nuestro, lo inconfundiblemente autóctono. No solo nos diferenciamos por tener una cultura inmensa y por tener una sazón espectacular en cada uno de nuestros platillos, sino que muchas de nuestras bebidas son reconocidas mundialmente por su sabor.
Así es como el pisco sour se convierte en nuestro cóctel de bandera, formulado con los ingredientes perfectos para causar miles de sensaciones en el paladar de todos quienes lo consuman. A mí me parece excelente la combinación del pisco, con el limón, el jarabe de goma y el huevo que le da ese toque espumoso al servir.
Se dice que el pisco sour fue inventado por el dueño del Morris Bar, allá por los alrededores de 1920. Este bar fue fundado en 1915 por Víctor Morris, un californiano que, tratando de seguir alguna tradición inglesa y variando un poco el tradicional whisky sour, llegó a deleitar a su asidua clientela con su nueva creación.
Así, varios bares de la zona, como los de los hoteles Maury y Bolívar, comenzaron a servir este majestuoso cóctel. Hoy me sorprendo de ver cómo el pisco sour ha sido punto inicial para la creación de miles sours más, como el maracuya sour, el coca sour o el lúcuma sour, todos en base a nuestro pisco peruano.
¿Cómo llegar a un restaurante o bar sin ordenar un pisco sour? Y es que el pisco sour es perfecto para cualquier ocasión, sea como aperitivo, como acompañante de una noche de rumba, como aliado en una cita o como brindis en un almuerzo familiar. ¡Qué versátil puede ser nuestro cóctel de bandera!
Imágenes: TwoAtTheMost.