Aquellas sabrosas costillas

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Alguna vez vi, en una de las ediciones de los programas culinarios que pasan por televisión, un restaurante donde servían unas costillas con diversos tipos de salsas barbecue. Había olvidado por completo el tema, pero la semana pasada volví a recordarlo cuando me encontré frente a frente con el lugar.

El jueves Claudia me pidió que la deje en su casa, porque su auto había tenido una falla mecánica y estaba en el taller. Yo, feliz de llevar a mi amiga de la oficina a su casa, además podía conversar algunos temas pendientes que tenía con ella en el trayecto.

La dejé en su casa y doblé en una calle, paralela a la avenida Pardo, en Miraflores, y encontré el famoso restaurante del que escuché hablar tiempo atrás en ese programa. «Ni loca me voy», pensé. Di media vuelta con el auto y me estacioné frente al local.

Me senté en una mesa y comencé a revisar la carta mientras tomaba mi celular para llamar a mi esposo, «a ver si me puede acompañar para no comer solita». Finalmente, me contestó y decidió unirse a un nuevo placer degustando las costillitas.

Ni bien llegó Ro, nos tomaron la orden: unas costillas en salsa de tequila y, para mí, un piqueo de tres carnes. Para tomar ordenamos una jarra de chicha heladita que se veía muy buena. Me quedé con ganas de tomar un poco de vino, pero ni hablar, estábamos manejando los dos.

Si bien el hecho de que las costillas no tienen mucha carne, la salsa estaba deliciosa. En mi piqueo encontré una porción de costillas, unos cubos de lomo muy suaves que se llamaban Papi Julio y unos muñoncitos a la parrilla que tenían el nombre de Estiraditas.

Ro y yo conversábamos mientras nos chupábamos los dedos con toda la salsa barbecue que tenían nuestras costillas. Las papas fritas estaban deliciosas y jugosas gracias a la salsa. Además, la ensalada tenía una vinagreta dulce riquísima y diferente a la vinagreta convencional.

Aquellas sabrosas costillitas estaban perfectas, en su punto, combinaban muy bien con la decoración, súper acogedora. Definitivamente un lugar exquisito y recomendable, donde se encuentran una de las mejores costillas de Lima.

Imágenes: CarSide.