Coca sour: peruanidad al 100%

cocasourHabíamos viajado a la selva con unos amigos; mi esposo Rodrigo, los chicos y yo nos estábamos tomando unas vacaciones de medio año para relajarnos del estrés y aprovechar que todos teníamos algunos días libres.

Llegamos a Oxapampa con todas las ganas de disfrutar de un feriado largo de la mejor manera posible, conociendo y haciendo que los niños se divertan gozando de esos parajes naturales que encontramos dentro de nuestro país.

Óscar nos recibió de una manera muy acogedora en su casa, muy cerca a la plaza de Oxapampa. Tampoco podíamos esperar menos; había sido él nuestro padrino de matrimonio y amigo entrañable de Rodrigo desde la adolescencia.

Éramos tres parejas con sus respectivos niños, así que no tendríamos que preocuparnos por si los chicos querían ya regresar a Lima por algún caso de «aburrimiento extremo». Serían días llenos de diversión y relax, además de mucha aventura.

La primera noche acostamos a los niños temprano y las parejas nos quedamos en el comedor de la casa conversando y recordando anécdotas; los seis somos muy amigos, pero, por esas cosas del destino, habíamos dejado de vernos por varios meses.

Óscar y Sofía se ausentaron por un momento y se dirigieron a la cocina. Yo escuchaba el sonido de la licuadora y varias risas… Rodrigo y yo nos mirábamos, y Karencita murmuraba con Carlos… Los cuatro estábamos esperando alguno de esos locos preparados de nuestros anfitriones.

De pronto, regresaron al comedor con un azafate lleno de vasos con un cóctel que se veía interesante. El aroma que podía sentirse era intenso, frutal y con algunos toques de una fragancia que me resultaba famliar… «¡Coca sour!», gritó Karen.

De pronto, Óscar nos señaló unas botellas que tenía en su bar. «Esos son mis preciados macerados selváticos«, nos dijo, contándonos que el coca sour lo prepara de la manera tradicional, como el pisco sour, pero agregando el pisco macerado con las hojas de aquella milenaria planta.

Esta es una de las cosas más increíbles del pisco, que es uno de los aguardientes más versátiles que existen. Sin perder tiempo, Rodrigo memorizó la receta, la cual preparó fácilmente en casa, a nuestro regreso a Lima, con un poco del macerado que nos regaló Óscar.

Imágenes: Julcafer.