El buen sabor de la Piña Colada
Mis amigas y yo tenemos una especie de acuerdo: cada fin de semana nos juntamos en la casa de una de nosotras y la anfitriona prepara los cócteles. Esto es súper divertido, porque siempre nos reunimos en lugares diferentes y qué mejor lugar y más tranquilo que nuestras propias casas.
Las últimas veces que las reuniones fueron en mi lugar, se me dio por prepararles el mismo cóctel. No es que no me guste variar, sino que a las chicas les encantó. Resulta que encontré la receta en internet y le eché distintos ingredientes extra cada vez para darle sabor y color a nuestro cóctel femenino casero.
Además de encontrar la receta me puse a buscar un poco sobre la historia del dichoso cóctel. La piña colada tuvo su origen a mediados de los años 50, del siglo pasado, en Puerto Rico. Varios son los que quieren atribuirse su creación, pero lo único que se sabe, a ciencia cierta, es que el sabor es inconfundible.
Creo que lo más importante en este cóctel es que se utilice un ron blanco de calidad, porque el sabor tiene que ser de primera. La piña tiene que ser natural y de las más dulces, por lo que la piña golden que encontramos en Vivanda es perfecta para esta receta. La crema de coco le dará ese toquecito caribeño, mientras que el abundante hielo le dará el punto fresco al asunto.
Las chicas mueren por este cóctel y me piden repetición. Obviamente, para no aburrirlas, le agregué a cada copa un toque de sabor distinto con granadina, crema de menta y blue curacao. Esto se me ocurrió el segundo viernes que tocaba la reunión en mi casa y no sabía qué preparar, no tuve tiempo ni de buscar una receta ni de comprar ingredientes, así que había que repetir…
Los vasos eran súper coloridos y el sabor, exquisito. Una de las chicas se encargó de traer unos cuantos bocaditos que eran muy necesarios y sí que resultaron una combinación perfecta: tertulia, piqueos y mi nueva receta se conviertieron en los acompañantes perfectos… ¡Qué delicia!
Imágenes: CasaCocheCurro.