Una parrilla nunca cae mal. No importa si es verano o invierno, una reunión alrededor del fogón y la carne cociéndose y soltando su delicioso jugo, es disfrute garantizado. Lo mejor de todo es que hay un sinnúmero de formas de apreciarla, muchos cortes y aderezos que nos dejarán sorprendidos. Aquí te damos algunas ideas sobre ello.

Si se planea hacer una parrilla, o se piensa acudir a degustarla en un restaurante, como por ejemplo el Rincón Gaucho o El Hornero, no olvides probar el lomo fino, una carne cuya textura es ideal y ni qué decir de su sabor. Pedirla o cocinarla a término medio es lo ideal, la carne jugosa, si es de calidad, se deshará en la boca a la primera probada. Para hacerla, una vez que comienza a sudar de un lado, hay que darle la vuelta. Pueden usarse condimentos para aderezar la carne, pero la mejor manera de disfrutar su sabor es echándole solamente un poco de sal.

Otra carne muy buena y jugosa es el asado de tira, que es la parte próxima al costillar de la vaca. A esta carne solo hay que echarle sal, su sabor es tal que no necesita condimentos. Los huesos de la carne serán los que le den ese sabor tan especial. Esta carne es un imperdible en toda parrilla que se precie de ser buena.

Ambos cortes se pueden servir con ensaladas en donde definitivamente se lucirán. También pueden pasarse las papas sancochadas a la parrilla, para que absorban el sabor.

Y si gusta demasiado de la carne de pollo, unos filetes a la parrilla no estarían nada mal. Puede usar un aderezo en base a ají panca para darle ese toque especial parrillero. Y no olvides también incluir un churrasco parrillero en tu parrilla. Asegúrate de cocer bien el cerdo en la parrilla, cuyo sabor no necesitará más que de sal, al igual que el lomo y el asado.

Imagen: thecoolfood.com.