La sorpresa de los cócteles sin alcohol
El último fin de semana fue muy especial, unos amigos de mi esposo nos habían invitado a una reunión. Hace un tiempo se casaron en una iglesia cristiana y llevan una vida muy tranquila pero no dejan de celebrar fechas importantes. Quienes llevan este tipo de vida no toman ni fuman, pero curiosamente me había enterado que Leandro, el esposo, había estado siguiendo unos cursos de barman. Me preguntaba por qué lo hacía si ellos y la mayoría de sus invitados no ingieren licor.
Pues grande fue nuestra sorpresa cuando mi esposo y yo llegamos a la casa, pues vimos a Leandro al mando de su bar preparando cócteles. No lo podíamos creer ¿o sería que había abandonado su credo? Luego de saludarnos, nos invitó a probar sus tragos que se veían muy atractivos y bien presentados, como hechos por todo un profesional. Me ofreció un coctel llamado Arabia.
Cuando lo probé quedé asombrada. Era muy delicioso y no tenía alcohol. Leandro nos explicó que decidió seguir este curso para explorar las posibilidades de creación de cócteles sin licor y que estos son también tan deliciosos y requeridos, como los que sí lo tienen. Y la verdad, tenía razón pues ese coctel que me sirvió estaba exquisito. Lo había preparado a base de crema de vainilla, jugo de limón, agua caliente y canela, perfecto para el frío. Me dijo también que existe la variante con licor en la cual se le agrega ron, pero para mí, este coctel, así como estaba, quedó delicioso.
Mi esposo pidió otro llamado Candial, hecho en base a leche y yemas de huevos, que estuvo igual de exquisito además de la presentación que no tenía nada que envidiarle a los cócteles tradicionales. Aquel sábado por la noche fue diferente y la verdad no extrañamos para nada los licores tradicionales.
Imagen: Recetasdecocina.info