Viernes, fin de mes, salió el solcito… «Qué mejor momento que este para animar a la gente de la oficina y salir a almorzar», pensé, mientras se me hacía agua la boca pensando en todas las posibilidades que existen dentro de nuestra gran carta de comida en el Perú.

Me acordé de lo que me había contado una amiga acerca de un restaurante fusión en San Borja. Recuerdo que me dijo que ella había disfrutado muchísimo de una barra libre de rolls y makis, así que investigué un poco sobre el lugar en Internet. Pintaba bien y sabía que a los muchachos también les gustaría la idea.

Les mandé un mail para organizar un almuerzo delicioso de última hora y todos se animaron. Pues, bien, ¡manos al volante! Manejamos varios hasta San Borja, muy cerca del Pentagonito encontramos el dichoso restaurante. El espacio resultó ser muy amplio, ventilado y cómodo; reservaron para nosotros una mesa súper larga.

El punto de esta barra libre de rolls era que podías ordenar cuantas tablas quisieras; cada una traía diez rolls del mismo tipo, así que, como éramos varios, nos pudimos dar el lujo de probar casi todas las 25 variedades de makis que nos ofrecía el restaurante.

Me gustaron muchísimo los Yume Makis con esa costra crispy y la salsa de champiñones por encima. Una variación excelente fueron los makis Tutti Frutti, con mango y bañados en salsa de maracuyá. Y, claro, para no dejar de lado lo peruano, los Lomo Saltado, unos rolls rellenos de lomo muy suave y cebollita fina, que le dieron el toque criollo al almuerzo.

No puedo quejarme, estaban excelentes y me hubiera gustado comer más, pero creo que los casi 20 rolls que comí me duraron hasta el almuerzo del sábado. El precio también estuvo muy bueno, comparado a los que se ofrecen en otros restaurantes por los makis. Muy recomendable, ideal para estos días de calor.

Imágenes: QuéBarato.