Risotto, desde Italia para tu mesa peruana
La cocina italiana no solo se compone de pizzas y pastas, va más allá. Además de estos deliciosos potajes que han conquistado los paladares de todo el mundo, existen otros que son igualmente irresistibles, y que valen la pena probar y disfrutar.
Uno de estos platillos es el risotto, una preparación a base de arroz que resulta de una combinación de este con un caldo, ya sea de pollo, pescado o vegetales. El resultado es un auténtico festín para el paladar, un arroz cremoso con un sinfín de sabores y combinaciones.
El risotto es originario del noroeste de Italia, pero su fama ha traspasado las fronteras y las variantes son súper sabrosas. Por ejemplo, existe un risotto delicioso llamado risotto alla milanese, hecho con caldo de carne, médula ósea de carne, manteca de cerdo, y queso sazonado y coloreado con azafrán. El queso en este caso reafirma su aspecto cremoso y de hecho riquísimo.
Otra deliciosa alternativa es el risotto al Barolo, hecho con vino tinto y embutidos, o también con frijoles. En la zona mediterránea existe unos frijoles llamados Borlotti; con ellos es que se prepara una de las variantes de este risotto.
El risotto es un plato que requiere de experiencia para prepararlo si se desean buenos resultados, sin embargo, no es difícil; con la práctica y sabiendo elegir los ingredientes adecuados, combinándolo de la manera indicada, puedes sorprender a tus comensales. Así, pues, lo principal es obtener un arroz cremoso, ni muy seco ni muy aguado.
El tipo de arroz que se emplea es también otro de los puntos cruciales para obtener un buen risotto. Debe ser un arroz que suelte lentamente el almidón durante la cocción y sea capaz de fusionarse con él. Luego, hay que ir agregando el caldo que se desee -que debe estar casi a punto de hervor-. Hay que añadirlo poco a poco para que el arroz absorba el líquido mientras se cocina. De este modo se formará una crema que unirá cada grano formando un todo o un «legato», como dicen los italianos.
Anímate a innovar tus platillos y prepara un delicioso risotto básico. Todo lo que tienes que hacer es un aderezo a base de media cebolla y 100 gramos de manteca de cerdo. Luego le incorporas medio kilo de arroz bien lavado y remueves bien para que absorba la grasa y el sabor del aderezo. Pasados unos minutos, le incorporas poco a poco el caldo. Revuelve de vez en cuando para que no se pegue y al final le echas queso parmesano rallado.
El punto es saber calcular manualmente las cantidades. ¡A disfrutar!
Imagen: Runrun.es.