Tom Collins, un cóctel refrescante para el verano
Que no salga sol en estos días no significa que no podamos seguir yendo a la playa los fines de semana, aunque sea para relajarnos de todo el estrés de Lima. La playa a mí me encanta y debe ser porque desde pequeña la conocí; ahora no pasa un verano sin que yo disfrute yendo a ver el mar, además de las escapadas que suelo darme al soleado norte, cuando por la capital aún está gris.
Fue en una de estas escapadas en las que probé el Tom Collins por primera vez y no me imaginé que fuera tan sencillo prepararlo. Estaba sentada en el comedor de un hotel frente al mar, muy acogedor y rústico, y de pronto apareció mi tío Dante, el dueño del lugar. «Sobrina, refréscate un poquito, a ver si te gusta mi receta».
Traía consigo dos vasos largos con una bebida transparente muy fría. «Aprendí a preparar Tom Collins hace algunos años, cuando vino a hospedarse aquí uno de mis viejos amigos», me contaba mi tío, mientras preparaba el cóctel. Tenía un sabor dulzón y se sentía un poco el alcohol, pero el hielo hacía que no se sintiera tanto.
Resulta que, mientras conversábamos de la vida y mirábamos el mar, se terminó mi vaso y mi tío me pidió que lo acompañara al bar para preparar otra ronda. El gin se mezcla con el jarabe de goma y el limón para darle un gustito más fresco, mientras que la gaseosa blanca helada y el hielo le dan ese toque frío que se necesita en esta época de calor.
Obvio que esta receta ni aquellas vacaciones pueden olvidarse. Ahora soy yo la que le preparo su Tom Collins a mi tío, como para devolverle el favor y refrescarlo del sol. Siempre es grato ver a personas queridas y más si se brinda con un coctelito, ¿verdad?
Imágenes: OhGosh!