¿En qué piensas cuando te dicen «Francia»? me preguntó Luz, una amiga en la oficina. Inmediatamente imaginé la Torre Eiffel, La Defénse, el Barrio Latino, pero sobre todo, su gastronomía mundialmente celebrada. Sus finísimos platos, atrevidos y provocativos, sus vinos…¿dónde podríamos probar un poco de esas maravillas?… Lidia, otra de mis compañeras quien oyó lo que hablábamos, no se contuvo. «Chicas, ¿quieren probar comida francesa? vengan conmigo».

No conocía ningún restaurante francés en Lima, pero Lidia nos contó en el camino, que una amiga suya había ido a este lugar pequeño, pero encantador de Miraflores, en donde el chef, quien es francés, prepara las delicias de la cocina francesa, respetando las recetas originales… «¡todo un rincón galo en Lima, chicas, on y va!»

Llegamos al local; levantado sobre una antigua casona, era pequeño y acogedor, clásico y a la vez moderno. Pedimos la carta y estuvimos ante nombres tan seductores como lo es en sí mismo el idioma y la cultura francesas: Foie gras, Quiche Lorraine, Bouillabaisse…

Como aperitivo y para el brindis, pedimos un cocktail llamado Kir Royal, una mezcla de una crema llamada crème de cassis con champán; de entrada escogí una salade landaise, una ensalada que mezcla una gran variedad de verduras con una selección de variedades del pato, como el paté o la molleja y el magré, sencillamente estupendo.

Probé un  coq au vin como plato de fondo, que es un estofado de pollo con mucho vino y aderezado con tocinos, acompañado de verduras y sazonado con tomillo y laurel… una delicia. Y no podía perderme uno de sus famosos quiches o pasteles salados, como el Lorraine, hecho con huevos y crema de leche acompañados de panceta negra ahumada. Quedamos todas satisfechas y sin duda volveríamos a probar otro poco de la tradición francesa… ¡no se lo pierdan ustedes tampoco!

Imagen: IBuy Gourmet