La semana pasada recibí la llamada de Caro, una de mis mejores amigas de la Universidad. Me hablaba entusiasmadísima de un reencuentro de la promoción del que yo ni enterada; y es que todos mis compañeros se habían estado comunicando a través de Facebook y la emoción de volverse a ver los llevó a organizar un encuentro. Al parecer la idea de brindar debía ir acompañada de unos deliciosos piqueos. Pero ¿cuál sería la combinación perfecta?

Un coctel y algo para picar mientras se conversa es la mixtura perfecta para pasar una velada con amigos. Así que acepté de inmediato y ese sábado, mi esposo y yo nos fuimos al lugar acordado, un restaurante en San Isidro llamado Malabar.

No lo sabía pero este local es uno de los mejores de Lima. Al fin pude conocer su famosa barra de la que tanto se hablaba, esa que le ha hecho recibir premios internacionales y el reconocimiento como una de las diez mejores barras del mundo. Y es que allí, se preparan las mejores fusiones culinarias, además de su especialidad en vinos y piscos.

Los dueños son reconocidos chefs del medio, así que la buena sazón estaba asegurada, pero lo que yo quería probar de antemano era una de sus especialidades con pisco: el pisco punch.

Este coctel, preparado a base de nuestra bebida bandera, contiene también jugo de piña, de limón, jarabe de goma y amargo angostura. Todo ello mezclado con hielo en la coctelera, y de ahí al vaso, el que se adorna con una rodaja de limón u hojas de piña. Este licor, se dice, fue inventado en USA en donde ya se apreciaba al pisco conocido como «south american brandy». Así que con ello, más unos deliciosos piqueos gourmet marinos, pasamos una muy agradable velada de reencuentro en la que charlamos y reímos por horas.

Imagen: lifestyle blog.