Una agradable tarde degustando unos brownies
La hora del lonche es una costumbre ya bastante arraigada en nuestra sociedad. Ahora que el frío empieza a aumentar, con más razón, se nos antoja un cafecito caliente o un té y unos bocaditos para pasar la tarde con la familia o con algún amigo.
El miércoles pasado que salía de la oficina, me encontré en la puerta con una amiga que no veía tiempo. Era Ruth, ella labora en una empresa de capitales hindúes. También salía de su trabajo y, según su confesión, se moría de frío e iba por un café o algo para calentarse. Yo le dije que también pensaba en tomarme un lonchecito para el frío, así que juntas, nos fuimos a buscar un lugar tranquilo para conversar un rato con unas buenas tazas de café.
Dando varias vueltas, encontramos un café muy simpático. Su mobiliario de cedro me hacía pensar en esos cafés sobrios y elegantes de Londres, cosa que me gustó mucho. El ambiente era tranquilo y agradable y los mozos muy solícitos. Mi amiga me dijo que probáramos unos brownies que se le habían antojado, a lo que el mozo replicó que ese lugar preparaba uno de los mejores brownies de Lima.
No se sabe exactamente cómo fue que inventaron esa delicia, lo cierto es que no hay quien se resista a su sabor dulce. Hechos a base de chocolate, estos bizcochuelos, son la merienda perfecta como para las frías tardes de junio pues te endulza y levanta el ánimo, además de que comer chocolate te da más energía. Y qué deliciosos brownies preparaban allí, era verdad lo que nos dijo el mozo. Junto a un delicioso café recién pasado simplemente todo quedó divino. Fue un lonchecito muy agradable.
Imagen: Educastur.