Uruguay, pasión por las carnes
Se suele creer que solo en Argentina se comen las mejores carnes y parrillas. Sin embargo, en Uruguay se vive una auténtica pasión por las carnes, siendo sus parrilladas unas de las más deliciosas, y solicitadas por los conocedores y amantes de la buena cocina.
En efecto, Uruguay, también heredera de la tradición rioplatense (que recibió una fuerte influencia italiana y española), tiene en las carnes uno de sus principales representantes culinarios, siendo las preferidas por casi toda su población. No hay celebración o reunión familiar o de amigos en que no se organice una parrillada o un asado, como suelen llamarlas ellos.
La preparación de las carnes se considera todo un arte y parte de la cultura nacional de ese país, en donde se rememora las épocas en las que los gauchos se reunían. Era el jefe de familia el único encargado de preparar el asado dorando las carnes al fuego de las brasas.
Y aunque hoy en día esto ha cambiado, no hay uruguayo que no disfrute de una buena parrillada, cuyo éxito se debe a muchos factores: los cortes diferentes de carnes, la sazón empleada y hasta el tipo de asador o parrilla que emplean. Todos estos elementos juegan un papel preponderante en el sabor que se obtiene. Además, la crianza del ganado, garantiza una carne de primera calidad con fama mundial.
Para preparar un asado, generalmente se emplean cortes pulposos, como lomo o el vacío (cuartos traseros y caderas de la vaca), el bife ancho y angosto. También el asado de tira o costillar, el cuadril (o bisteck de lomo) y el churrasco.
Otra técnica de preparación de las carnes ampliamente difundida en Uruguay es la llamada «asado con cuero«, y consiste en cocinar la carne de manera vertical y al aire libre en un asador en forma de cruz. El cuero de la vaca se suele conservar en la carne para que le de ese sabor inconfundible.
El cuero, además, permite que la carne se conserve jugosa y no se seque. Este tipo de parrilla se prepara a fuego lento para asegurar que todos los cortes se cocinen y doren uniformemente sin que se quemen.
A diferencia de las técnicas de otros países, los uruguayos no marinan la carne, solo le echan sal y la llevan a la parrilla. De acuerdo a ellos, la carne al tener textura y sabores propios, no necesita de nada más. Cocinados a la leña, tal y como se estila en Uruguay, poseen un sabor único y para probar estas sabrosas carnes en Lima, puedes visitar El Parrillón de Pablo Profumo, o el restaurante El Charrua.
Imagen: Punta del Este.