Aunque más se le relaciona con los adolescentes, lo cierto es que el acné es una enfermedad de la piel que afecta casi al 80% de la población mundial en alguna etapa de su vida.

Y es posible que nosotras también hayamos caído en sus garras y no solo cuando fuimos adolescentes. El acné es una afección cutánea que se caracteriza por la acumulación de grasas, células muertas y suciedad en los poros, lo cual hace que se inflamen y se formen las horribles pústulas o granos barritos y espinillas en la cara, cuello y espalda mayormente.

En el caso de los adolescentes, el acné es causado por los profundos cambios hormonales que el desarrollo físico ocasiona. En los adultos puede ir desde una alimentación pobre en fibras y nutrientes y excesiva en grasas y carbohidratos. La falta de actividad física y el sedentarismo de la vida diaria también contribuye a la aparición de  material sebáceo en la piel de la cara y cuerpo.

¿Te has visto sorprendida por uno de estos molestos granos, justo cuando tienes una reunión importabte, o esa cita romántica que tanto esperabas? Aquí te presentamos un remedio casero que puede ayudarte a salir del problema. Sin embargo, ya lo sabes, una dieta equilibrada, mucho ejercicio y un adecuado cuidado de la piel son las claves para evitarnos estas sorpresas.

Corta tres o cuatro fresas medianas y rocíalas con un poco de vinagre blanco, deja reposar la mezcla unas dos horas y luego cuelas el jugo que suelte. Aplícatelo con un algodoncito en la zona donde tengas espinillas 3 veces por semana. Que no te caiga en los ojos.

Por la mañana lávate la cara con un jabón neutro. Eso sí, si tu piel es súper sensible o tienes diagnosticado un acné más severo, no te lo apliques, consulta a tu médico.

Imagen: Blog de la Belleza