El jean nunca pasa de moda, ¡úsalo como quieras!

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Desteñido, sobreteñido, roto, nevado, stretch, acampanado… ¡Úsalo como quieras y para donde quieras! Esas son las características que hacen hoy en día al jean, una de las prendas más universales y que nunca pasarán de moda.

La tela base con que se confeccionan los jeans era fabricada en la ciudad de Nimes (Francia), por lo que pronto se convertiría en su nombre característico: denim (de-Nimes). El denim -jean o mezclilla- era utilizado para confeccionar, al inicio, carpas y velas para barcos.

Fue Levi Strauss (sí, el de la famosa marca) el que ideó hacer con esta tela una prenda de vestir para obreros de las minas a mediados del siglo XIX. En ese entonces no tenía el color que es un clásico, el azul, sino que eran marrones y con bolsillos que podían soportar el peso de los minerales. El color azul se lo dieron en Italia para uso de los marinos y cuyo teñido se obtenía de un producto natural. Pronto se convertiría en el color emblema de esta tela.

El jean saltó a la fama dada su resistencia y practicidad, por lo que fue utilizado por agricultores, marinos y hasta soldados. A comienzos del siglo XX, ya era la prenda de trabajo por excelencia.

Es a partir de los años 50 que los jeans dan un salto hacia el público urbano. La gente joven comienza a preferirlos y a marcar la pauta. Si bien en un comienzo fueron rechazados, su popularidad fue tan avasalladora, que en los 70’s ya era una prenda típica urbana.

A partir de entonces hemos sido testigo de su desarrollo y ramificación en miles de variedades. Del clásico pantalón pasamos a las faldas, shorts, blusas, chalecos, casacas, sombreros, y hasta zapatos y carteras, confeccionados con jean. Asimismo, los estilos son incontables: estrechos, abombados, rasgados, y en miles de colores y combinaciones que satisfacen tus preferencias.

Y ni hablar de en qué ocasión usarlos; si bien la prenda es de uso informal por excelencia, diseñadores como Yves Saint Laurent, han marcado nuevas pautas y han convertido al jean en una prenda que se adapta para los usos más formales. Por ejemplo, para un matrimonio civil, se puede usar un pantalón jean sobreteñido, con una blusa de fiesta y cartera, sin olvidar los tacones altos y muchos accesorios.

Para citas casuales, ya sea en un café o restaurante, para ir a clases, a un paseo en el campo o a donde tú quieras, un jean siempre será una prenda ideal. Por ello, nunca debe faltar en tu armario y en diferentes estilos.

Imagen: Marcando Estilo.