Los rigores del invierno traen algunos problemas en la piel de los que debemos deshacernos antes de la llegada del verano, estación en la que nos luciremos al usar shorts, polos y bikinis en la playa.

Durante el invierno nos la pasamos con la piel cubierta por casacas, guantes, bufandas y medias gruesas, sin contar el maquillaje que hemos usado para esta temporada, que tapa los poros y acumula las células muertas. También se acumulan las impurezas que debemos eliminar para mantener una piel más lozana y fresca.

Asimismo, el clima frío y el medio ambiente también pueden hacer mella en nuestra piel. Si a esto le sumamos los rigores de la contaminación de la ciudad y una alimentación pobre en verduras, frutas y agua, pues nuestra piel absorberá muchas de esas impurezas y se deteriorará.

En el verano también nos enfrentaremos a todo lo descrito anteriormente, lo que puede avejentar a la piel, pero si le damos un mantenimiento adecuado, la luciremos siempre fresca y radiante.

Debemos comenzar con nuestro tratamiento de piel, dándole un masaje exfoliante. Las cremas exfoliantes contienen micro granos que ayudan a eliminar las células muertas y las impurezas. Exfolia tu piel una vez por semana.

Usa lociones tónicas refrescantes luego de ducharte, esto mantendrá fresca a tu piel. Una vez que llegue el sol, las altas temperaturas tenderán a maltratarla. Dichas lociones para la piel son ideales.

Además de ello, podemos hidratar nuestra piel por dentro, bebiendo como mínimo dos litros de agua por día. Como sabemos, el agua ayuda a eliminar las impurezas del organismo, quema grasas y estimula la regeneración celular. Y lo mejor de todo es que el agua retarda el envejecimiento celular y de los tejidos.

¿Quieres trucos caseros? Puedes hacer tu propia crema exfoliante «hecha en casa» que te será igual de eficaz; solo tienes que mezclar un poco de yogurt natural con una pizca de sal. Aplícate la mezcla en las zonas más rebeldes y luego enjuagas con agua.

Debemos también observar si tenemos zonas en que la piel se reseca, por ejemplo, los codos y rodillas. En ellas tienes que aplicar cremas humectantes con miel o aloe vera. Un truco casero: mezcla un huevo batido con dos cucharadas de zumo de naranja, forma una mascarilla y aplícala en tu rostro o en zonas resecas por 15 minutos, luego te enjuagas.

Por último, modifica tus planes dietarios. De nada vale que te apliques cremas y lociones si esto no va de la mano con un cambio en el estilo de vida. Deja de pasar el día sentada y sal a montar bicicleta, a correr o a caminar, para así quemar las grasas, tonificar la salud de la piel y lucir súper regia este verano.

Imagen: Hola.