Ningún ser humano está exento de salidas e invitaciones. Sean a cenar, a almorzar o a un cumpleaños, las invitaciones las tenemos por todos lados y muchas veces no podemos decirles que no. Pero, ¿por qué siempre tenemos que privarnos de las comidas y de los almuerzos de oficina?

Esto tenemos que olvidarlo, porque podemos salir a almorzar sin remordimientos, siempre y cuando nos ordenemos y aprendamos a comer. Tenemos que recordar que una de las peores enemigas de nuestra salud y de nuestro peso es la palabra «gratis»; todos podemos sucumbir a ella, pero debemos saber cómo hacerlo.

Es precisamente en los buffets donde encontramos la dichosa palabrita siempre presente y no porque no nos cueste la comida, sino porque tenemos la posibilidad de comer absolutamente todo y a un mismo precio. Tentador a un 100%, ¿verdad?

Nos encanta la idea de ir a un buffet, pero nos aterroriza ganar ese peso que hemos bajado con esfuerzo. No te preocupes, ya no debes temer, porque es muy sencillo asistir a una comida buffet si sabemos comer. Ahora te voy a dar algunos tips de cómo hacerlo sin remordimientos futuros.

• Primero acércate y observa toda la variedad de comida que hay. Esto te dará una clave para saber qué comer y no te apresures en comer los primero que encontraste delante de ti.
• Opta por comer algunos tipos de verduras, de esas que no comes siempre. Intenta no llenarte de papa o harinas para que puedas disfrutar mejor los platos de fondo.
• Comer carnes, aves y pescado será tu mejor elección. Lo bueno de estos platillos es que puedes repetir las veces que quieras sin sentir esa llenura que te da el arroz o las pastas.
• En todo buffet siempre encontrarás fruta de postre. Sin embargo, no te limites solo a ella, sino que date un gusto con algún pastelillo o mousse que veas en la mesa de dulces. Con todo lo que comiste terminarás satisfecho/a, pero sin esa sensación de haber comido de más, como todos cuando van a un buffet.

Imágenes: Food-ology.