Las loncheras de los niños no son solo un snack que tomarán a medio día como parte de su tiempo diario en el colegio. Son más que eso. Las loncheras son parte de su dieta nutricional que le permitirá recargar energías durante la jornada escolar.

Por ello, debemos prestar atención a lo que enviamos a nuestros hijos en su refrigerio diario. A veces para salir del paso, los padres de familia compran dulces o  snacks de las bodegas y quioscos, o también gaseosas, jugos de caja o sándwiches que contienen más de las calorías y grasas que debe consumirse en medio día o en el día entero. Las loncheras deben contener en total un 15% de las calorías totales en un día.

Para preparar una lonchera realmente nutritiva para nuestros hijos debemos priorizar las frutas y verduras. Las manzanas, plátanos, peras, tunas son ideales por contener muchas vitaminas y nutrientes que refuerzan la actividad cerebral y regulan el funcionamiento del sistema nervioso. El agua también es importante. Hay que evitar las gaseosas y los jugos preparados pues contienen preservantes y contenidos altos en azúcar y grasas. Prepárales jugos de papaya, chicha morada, de piña o de maracuyá que sean naturales y sin azúcar.

Otra cosa que hay que tener en cuenta es la variedad. Evitar siempre lo mismo hará que el niño rechace la comida. Envíe por ejemplo un jugo diferente o yogur cada día con una fruta ya sea fresca o en ensaladas. También puede complementar la lonchera con algún sándwich pero de pan integral y con pollo, carne o pescado sancochados, huevos sancochados y cereales ricos en fibra. Si tu niño es pequeño, envíales cosas fáciles de digerir y de manipular.

Hay que evitar los dulces, postres y gomas de mascar pues tienen un alto contenido en azúcares, lo que daña los dientes produciendo caries y produce hiperactividad.

Imagen: Mi Escuelita Saludable.