¡Impecable sonrisa y dientes más sanos!
No solo los ojos son las ventanas del alma, los dientes también lo son. Una sonrisa lo dice todo, cuando posamos para una foto, cuando recibimos a algún amigo, en una entrevista de trabajo… Y cuanto más saludables los mantengas, mucho mejor se te verá.
Sin duda, una señal que causa grata impresión son unos dientes limpios y sanos. En casi todas las actividades de la vida los mostramos y por ello la importancia de mantenerlos en buen estado.
Otro factor no menos importante es que los dientes más sanos contribuyen a un mejor procesamiento de los alimentos y ala absorción de los nutrientes, y también a evitar muchas enfermedades producidas por las bacterias que se alojan en la boca.
Contrario a lo que se piensa, dichas bacterias no solo se limitan a producir enfermedades bucales. Muchas infecciones estomacales, de amígdalas y de garganta son causadas por los microbios que se alojan en una dentadura en mal estado.
Muchas personas no le dan importancia al seguimiento y cuidado de los dientes, y solo acuden al dentista cuando tienen síntomas claros de problemas en los dientes, como caries dolorosas o inflamaciones, o cuando su estética se ve amenazada.
Sin embargo, muchas de estas bacterias que lesionan la placa dental y las encías atacan silenciosamente, y si no nos cepillamos adecuadamente los dientes luego de cada comida, ni acudimos regularmente al especialista, esto puede devenir en problemas difíciles de resolver, como la pérdida de la pieza dental.
Una de las dolencias más conocida es la caries. Se dice que esta enfermedad es tan común como el resfrío y es una de las principales causas de la pérdida de los dientes. La caries se forma con residuos de alimentos (especialmente azúcares y almidones) que las bacterias que habitan en la boca convierten en ácido. Este ácido se adhiere al diente en forma de placa.
Esta placa comienza a formarse aproximadamente a los 15 minutos de haber comido. Generalmente, se adhiere al borde de los dientes, junto a la encía, y en la superficie y bordes de los molares. Cuando no se remueve, los ácidos que la forman perforan el diente haciéndole un hueco. Cuando la perforación llega al nervio dental, se produce dolor e inflamación.
Otros males que causan las caries es la molesta gingivitis (inflamación de las encías) y el mal aliento. Tener mal aliento es molesto no solo para el paciente sino también para las personas a su alrededor.
Una sonrisa impecable y que cause impacto no es difícil de lograr si prestamos más atención a nuestros dientes. Visita regularmente al odontólogo y lávate los dientes por lo menos durante 5 minutos después de las comidas. Utiliza hilo dental para limpiar las partes en las que el cepillo no llega, y orienta el cepillado de abajo hacia arriba y luego en forma de remolino. No olvides pasar el cepillo por la mucosa bucal y la lengua.
Imagen: Son Pareja.