¿Obsesión por la comida?

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Cuando se habla de desórdenes alimenticios, generalmente pensamos en aquellos trastornos en los que uno se priva de comer por mantener la línea, como la anorexia o la bulimia, tristemente célebres por haber cobrado un buen número de víctimas, sobre todo en el mundo de las pasarelas.

Sin embargo, la obsesión por la comida también forma parte de este lista negra de enfermedades patológicas, que de no ser tratadas a tiempo, pueden causar graves consecuencias a la salud.

Al igual que otras enfermedades que causan adicción, la obsesión por la comida nos hace perder el control. La persona es invadida por un fuerte deseo de comer tanto sin importar si se tiene hambre o no. Algunos casos presentan también síntomas de bulimia: comen cantidades exorbitantes de comida para -después de sentirse culpables- vomitarla. Luego, repetirán el ciclo.

Otra característica de quienes sufren de adicción a la comida es su predilección por alimentos que pueden ser dañinos para el organismo. Aún cuando al principio se manifiesten sus efectos adversos para la salud, los obsesivos por la comida volverán a ellos.

Un caso que puede ilustrar lo dicho anteriormente es el que sufren algunos diabéticos respecto al azúcar; les hace daño y lo saben, pero el deseo por comerla puede más y acaban volviendo a consumirla.

Otro tipo de adicción por la comida es la llamada ortorexia y consiste en una obsesión por la comida saludable. Quienes están atrapados en esta enfermedad son capaces de viajar kilómetros por conseguir los alimentos e insumos que ellos consideran «puros», es decir, libres de preservantes, químicos, pesticidas, conservantes, etc. etc.

Estos pacientes realizan dietas estrictas de lo que ellos consideran bueno y saludable, por lo que terminan sufriendo los estragos de una mala alimentación, porque no llegan a consumir los nutrientes que necesitan.

¿Cómo combatirla? Al igual que todos los desórdenes alimenticios y las adicciones, debemos tener claras las causas y sus consecuencias. Un estado alterado, de depresión o inestabilidad emocional, nos puede llevar a convertirnos en obsesos por la comida y por las sustancias que muchas de ellas generan adicción; se estudian actualmente las del chocolate, y algunas proteínas en el trigo y la leche, que en algunos pacientes generan efectos similares al de los narcóticos.

¿Comes compulsivamente, y estás todo el día pensando y deseando comer; comes cuando no tienes hambre y lo que comes (generalmente en grande cantidades) lo vomitas; te sientes deprimida o frustrada y comes para sentirte mejor? Todo esto puede ser señal de ese trastorno.

Una irregular manera de comer puede ocasionar serios problemas de salud, como anemias, sobrepeso, delgadez extrema, diabetes, osteoporosis, deficiencias proteicas y de vitaminas esenciales para el desarrollo normal del organismo.

Superar este tipo de adicción no es nada fácil, pero con la aceptación de la enfermedad y el firme propósito de vencerla, más la ayuda profesional, se puede lograr. Acudir a un psicólogo es una buena alternativa.

Imagen: Tcasbiologia.