Qué factor de protección solar usar en los niños
Faltan apenas dos meses para el verano y ya esta primavera nos trae de vuelta los ansiados días de sol. Para los niños, que generalmente son más calurosos que nosotros, es momento de abandonar las chompas y casacas, para ponerse shorts, bermudas y polos.
La exposición de la piel a los rayos del sol debe ser motivo para que tomemos medidas y protejamos su piel. Como sabemos, el sol emite dos tipos de rayos que pueden ser dañinos para la piel, los UVA y UVB; tipos de radiaciones ultravioleta que no solo queman la piel, sino que a largo plazo pueden producir enfermedades que van desde infecciones a la piel por insolación, hasta cáncer.
Los niños, por tener una piel más delicada, son especialmente sensibles a los rayos ultravioleta, por lo que debemos protegerlos en todo momento en que su piel se exponga al sol y cuando los llevamos a la playa.
Lo primero que debemos hacer para proteger la piel de los niños es aplicarles un buen protector solar. Normalmente, los padres tienen dudas sobre qué número de factor de protección debe elegirse cuando se va a comprar una crema.
Usualmente, se recomienda utilizar bloqueadores con la mayor numeración de factor solar. Sin embargo, será un dermatólogo calificado quien podrá brindar el mejor asesoramiento según el tipo de piel del niño y las actividades que siempre realice bajo el sol.
De acuerdo a los médicos y especialistas, debemos considerar la piel de los niños menores de 3 años y bebés como una muy sensible, esto es, del tipo 1 (que también corresponde a las personas de piel clara y ojos claros, es decir muy sensibles a los rayos solares). Para la piel de los niños debemos aplicar protectores que contengan un FTP que oscile entre 30 y 20.
Para niños entre 4 y 12 años se puede aplicar una crema que contenga un FTP de entre 30 y 15. Esta medición por supuesto es genérica y será un especialista o dermatólogo el que determine exactamente qué tipo de protector será más idóneo para cada caso.
Hay que recordar que una sola aplicación del protector solar no ofrece una protección prolongada durante el día. Por ejemplo, si el niño se ha sumergido en la piscina o se ha dado un chapuzón en el mar, es necesario volver a aplicarle el bloqueador; aunque algunos empaques ofertan el producto como a prueba de agua, el efecto del bloqueador dura aproximadamente una hora.
Además de los protectores solares, se recomienda el uso de lentes de sol, gorras y todo material que los proteja del sol, pero no nos confiemos, porque los rayos ultravioleta suelen atravesar el material de la tela; es básico proteger a los niños a un 200%.
Imagen: Nosotros2.