Se ponen más de moda en Navidad, aunque pueden comerse en todo el año. Los frutos secos y las semillas son alimentos altamente recomendados en toda dieta debido a sus propiedades nutricionales.

En el mundo, el interés por el consumo de productos naturales y alimentos alternativos a la dieta convencionales va cada vez en aumento. Y esto porque se está redescubriendo que muchos de ellos poseen singulares capacidades nutricionales y medicinales.

Los frutos secos y las semillas tienen un alto contenido en ácidos grasos esenciales. Estos son compuestos que el organismo no puede producir, pero que son esenciales para la absorción de muchos nutrientes y para el buen funcionamiento del organismo en general.

Las semillas de las plantas y frutos son menos conocidas que los frutos secos, pero son últimamente muy revaloradas, pues al igual que los anteriores contienen una cantidad muy importante de ácidos grasos buenos, fibra, minerales y vitaminas. Algunas de las más comercializadas son las semillas de girasol, las de ajonjolí, las de lino, etc., que también se procesan y venden en forma de aceite.

Las semillas de girasol contienen grandes cantidades de ácido fólico, ideal para las embarazadas. También son una fuente de fósforo ideal para el cerebro; potasio, magnesio y la vitamina B1. Las de ajonjolí o sésamo ayudan a bajar el colesterol y contienen mucha fibra. El aceite y semillas de lino son perfectos antioxidantes y reguladores de la digestión.

Entre las propiedades generales que los frutos secos y semillas poseen está el Omega 3, necesario para la formación y buen estado de la retina, del sistema inmunológico, nervioso y de las hormonas. Especialmente las nueces y almendras, y las semillas de girasol contienen Omega 3.

Los ácidos Omega 6 también son uno de los complementos muy importantes para el organismo, pues al igual que los Omega 3 participan el en buen funcionamiento del sistema nervioso e inmunológico, la vista y la producción de las hormonas. Las nueces, y las semillas y/o aceites de girasol y de sésamo, contienen mucho Omega 6.

Consume frutos secos y semillas en cantidades proporcionales a 1/4 de taza diariamente. Puedes comerlas como snack o postre. Las semillas y aceites puedes aprovecharlos para incluirlos como ingredientes de postres y dulces, para tus aderezos o para condimentar tus ensaladas. Así aprovecharás lo mejor de sus beneficios.

Imagen: Zócalo Saltillo.